Venía embalado Platense. Claro, las tres victorias en sus tres presentaciones hacían que los ánimos estuviesen por las nubes. Pero un Sarmiento ordenado, efectivo e inteligente se le plantó en Vicente López y lo paró en seco. Así, el Calamar, muy distinto al que se pudo apreciar en los anteriores partidos, cayó ante el conjunto de Junín, quien tuvo en Claudio Flores a su figura. Sí, fue una flor de caída.
Sarmiento, desde el principio, entendió cómo sería el partido: se paró firme en el fondo y esperó a pegar cuando las circunstancias lo permitieran. Tras una escapada de Garnier, Andrizzi anticipó a todos y marcó el sorpresivo 1-0. Y sería el propio Andrizzi el encargado de mandar el centro para que González, tras mil rebotes, pusiera la chapa 2-0.
Recién allí, Tense se despabiló y fue con todo a buscar el descuento. Y posibilidades no le faltaron. Pero el árbitro Bracco le anuló un gol increíble a Puertas por una inexistente falta a Flores. Y fue el propio arquero uruguayo quien le tapó un penal a Molina (otro error del juez, ya que no había sido falta de González a Carneiro). Por si fuera poco, cuando el PT se esfumaba, Olivares dilapidó dos chances inmejorables de descontar.
Igual, el joven Maravilla tuvo revancha, ya que marcó el descuento con un chanflazo inatajable. Su equipo, que por momentos tuvo dos jugadores más, siguió yendo, pero Flores se encargó de desactivar cualquier ocasión de peligro: primero se lo tapó a Molina y, en el final, a Blanco. Así, Claudio completó una flor de actuación.
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