El cotillón estaba listo desde temprano. Las 2.000 personas que apoyaron a Brown en Adrogué, tienen una ilusión que se vive a flor de piel. El equipo sensación de este arranque del torneo le ganó ayer a Colegiales y con los tres goles que convirtió, alcanzó los 15 tantos en las cuatro jornadas que se disputaron. El proyecto que se vive bajo la batuta de Pablo Vicó, hoy es una realidad. Porque Brown juega bien con la pelota al piso, tiene criterio para sobreponerse a las adversidades (ayer jugó más de un tiempo con un hombre menos por la expulsión de Ruiz Díaz) y cuenta con un gran poderío ofensivo, a tal punto de que si hay espacios, te liquida. El partido de ayer lo encontró dubitativo en el comienzo con la visita manejando la pelota, pero con la ventaja de los locales a través de un golazo de Villamayor, tras una gran jugada de Grecco. Después empató Ceresetto con una buena definición ante la salida de Matinella, pero cuando esa primera etapa se moría, apareció un centro muy preciso de Acosta para la entrada goleadora de Grecco, quien con un cabezazo colocó el 2-1.
Si bien llegaron los dos punteros, Cole se limitó a chocar con la férrea defensa de los de Vicó, mientras que Brown fue efectivo, al igual que en los anteriores encuentros del certamen. El gol de Esteban terminó de deshacer el planteo de Svampa para empatar el partido, por lo que de allí en más todo fue algarabía en Adrogué, por el juego de Brown y la fiesta de sus 15 goles en el torneo.
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