Una decisión incorrecta que modificó el rumbo del encuentro. Paulo Vigliano determinó que el golpe de Sebastián Matos sobre Agustín Gómez no merecía la sanción reglamentaria y llegó el empate de Norberto Fariña, con el arquero tendido en el campo de juego. El 1 del Torito descargó su bronca ante la consulta sobre la situación ocurrida a los 26´ del PT: “Tengo la pelota en el aire y me vienen a chocar: es falta. Si no hubiese sido debió cortar la jugada porque estoy tirado en el piso. No podía respirar porque me golpearon en una costilla. Nos robaron. Vino a eso”.
El guardavalla reprodujo un diálogo con el árbitro en medio de las quejas, en las cuales fue amonestado Leandro Testa: “Me dijo que la culpa es mía porque salgo lejos del área chica a cortar un centro. Entonces, desde ahora lo único que puedo hacer es atajar en la línea del arco”. Mientras que Vigliano y Juan Spinnato, asistente 1, justificaron la desición: “Van los dos al choque, no fue falta”.
El juego fue friccionado, con abuso de la pierna fuerte, en ese sentido Agustón Gómez sostuvo: “Los codazos y patadas valían sólo para ellos. Mis compañeros terminaron con la cara marcada y él no sancionó nada“. Uno de los afectados fue Testa, quien salió con el tobillo izquierdo lastimado, por eso Mario Finarolli expresó: “Estoy disconforme, ya me cansé de los arbitrajes. El partido cambia con el primer gol, cuando estaba dominado”. Luego comentó los errores del equipo: “No agarramos la pelota y tampoco marcamos al jugador que debíamos tomar”.
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