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Es la voz de la experiencia del actual plantel de Temperley. Su voz resulta autorizada para hablar de este adverso comienzo “celeste” en el campeonato, por haber atravesado mil batallas dentro de un campo de juego. Un Campodónico, a puro presente y futuro, para conocer las reales proyecciones de este Temperley versión 2011.

-¿Cómo se preparan para enfrentar a Sarmiento, en un partido que puede ser importante?
-Bien. Venimos realizando trabajos físicos y de fútbol reducido. La idea es seguir conociéndonos día a día, ya que se trata de un equipo completamente nuevo. Trataremos de mejorar y asumimos que existe una deuda con la gente y con nosotros mismos. Hay que conservar la tranquilidad, porque sino puede resultar contraproducente.

-¿Qué aspectos tendrían que mejorar para comenzar a conseguir los resultados?
-Debemos terminar de conocernos, eso es fundamental. Cómo juega y cómo piensa cada compañero. Por ejemplo, Marclay llega más libre y tiende a tirar más centros al segundo palo que al primero. También habrá que intentar jugar un poco mejor y lograr un mayor volumen. La pelota no nos llega limpia a los delanteros o es probable que nos estemos equivocando en los metros finales. Es una categoría muy complicada, con pocos espacios para crear y una marcada tendencia a luchar cada partido. Existe mucha pelota parada y se ven infinidad de pelotazos. El otro día, con Morón, el gol de Akerman fue decididamente de otro partido.

-¿Tuviste que empezar a asumir anticipadamente tu rol de líder dentro del grupo, aconsejando a los más jóvenes, sobre todo en la previa de un encuentro con muchas cosas en juego, como el de Sarmiento (N.d.R.: próximo sábado a las 14 hs.)?
-Y, soy el más grande. Tuve que hablarle a Matías (Debut) para aconsejarle que disfrutara del momento, que la responsabilidad íbamos a asumirla los de experiencia. Le tocó salir por la desventaja, pero cumplió. Se habla mucho del descenso y existen programas que se dedican a resaltar las cosas malas del club. La dirigencia se viene comportando bien y cumple con lo convenido. Siempre cuento lo que me sucedió con Belgrano, donde tuvimos un semestre inicial muy malo y, en la pretemporada, el grupo se unió en 20 días de convivencia. Nos convencimos que podíamos salir adelante y pelear por cosas importantes. Para mí, la cabeza es el 90 % del jugador. Es clave y nos sirvió para voltear a River. En este caso, esto recién empieza y tenemos 38 fechas por delante. Todos los equipos atravesarán rachas negativas, estoy seguro. Ojalá que el sábado arranquemos la racha positiva ante Sarmiento.

-¿Te sorprendió la “B” Metropolitana?
-Pensé que sería parecido al Nacional “B”. Esta categoría se fue superando con los años y está cada vez más cerca del nivel de primera. La “B”, en cambio, depende mucho de las pelotas paradas y es trabada. Temperley es un grande y debe salir a ganar siempre, aunque prefiero perder jugando bien que quedarme con los 3 puntos a cualquier precio.

-¿Sentís que tus compañeros deben jugar más para vos?
-Estos 2 últimos partidos, al ver que la pelota no me llegaba tanto, tendí a retroceder unos metros para entrar más en contacto. Es más fuerte que yo. Lo hablamos con Duró, que me pidió que tratara de permanecer en el área, evitando el desgaste, y que el equipo trabaje más para mí. Intentaré implementarlo el sábado, con Sarmiento.

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