El 9, con sus goles, le pone sabor al Milrayitas que sigue engrosando su promedio.
Los estilos gastronómicos son diversos. Algunos chefs suelen realizan platos tradicionales o típicos, otros en cambio prefieren lo exótico. Pero en Lomas de Zamora encontraron la receta justa para llegar a la victoria: cocinan con Romero.
El delantero, quien llegó como refuerzo top al Milrayitas luego de ser goleador del último torneo junto a Grbec, nuevamente fue clave y, al igual que en el 1-0 de la semana pasada ante San Telmo, marcó el único gol del encuentro para que su equipo vuelva a sumar de a tres y engrose su flaco promedio.
El partido se le hizo cuesta arriba al local porque tuvo un primer tiempo para el olvido en donde se vio superado por Italiano. La visita presionó en campo rival y complicó por las bandas, sobre todo por el sector izquierdo en donde la velocidad y la habilidad de Verón desequilibraban constantemente, aunque le faltó peso en sus delanteros para marcar la diferencia. Italiano tuvo la apertura del marcador en los pies de Britos y en la cabeza de Rami, pero el palo en primer lugar y Scapparoni después, evitaron la apertura del marcador. Los Andes se mostró inexpresivo, casi dormido en el campo. Pero supo poner el pecho y soportar el mal momento en las manos de su arquero, en la solvencia de Nieva y Mena y en la entrega y el corazón de Gandarillas, quien se hizo patrón y dueño del mediocampo.
Pero en el complemento las cosas cambiaron, porque Cascini usó el shampoo y le lavó la cabeza a sus dirigidos en el entretiempo. Los de Lomas salieron con otra actitud y en el amanecer del ST se pusieron en ventaja luego de una desatención defensiva del Tano que fue bien aprovechada por Asencio, quien con una asistencia precisa dejó solo a Romero para que marque la apertura del marcador. Después del gol, el dueño de casa aguantó bien y casi sin pasar sobresaltos supo cerrar el partido. Así, Los Andes escala y con un partido menos se arrima a la punta.
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