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Mario Finarolli, entrenador de Nueva Chicago, hablo del partido y sacó sus conclusiones: “Siempre se espera ganar, pero es el inicio de campeonato, muchas ansiedades y tuvimos algunos problemas”.
Luego, continuó: “Lo que pasa que propusimos siempre nosotros, el equipo contrario lo único que hacía era recuperar en el medio y salir por afuera rápido. Yo creo que no nos llegaron, salvo un par de centros cruzados, no tuvimos contratiempos”
También afirmo sobre las situaciones desperdiciadas: “Con el correr de los partidos, esas pelotas después entran. Estamos en el inicio de temporada y cuesta arrancar de vuelta”. Y añadió: “Me voy conforme, se jugo bien”.

Las ilusiones eran iguales para los dos. Chicago jugaba el primer partido de la temporada de local, con toda su gente. Villa San Carlos, pretendía hacer un buen papel.
El primer tiempo, el conjunto de Mataderos dominó el partido, pero le falto puntería para abrir el marcador. Chicago dominaba, abría la cancha, jugaba por los costados, hacía circular la pelota, pero cuando llegaba al área rival, no podía definir. El visitante, se paró muy atrás y apostó a alguna contra para lastimar. Tan atrás estaba San Carlos, que recién llego al área local a los 31 minutos. Mientras, el “Torito” tenía la pelota, pero no podía concretar las situaciones. Así se termino el primer tiempo, con la sensación de que el segundo llegaría el gol.
En la etapa complementaria, la visita se paró unos metros más adelante y empezó a emparejar el juego, pero no con el dominio de la pelota con jugadas asociadas, sino con situaciones de gol. Chicago seguía manteniendo el dominio territorial y del juego. De esta forma, el partido se hizo más entretenido y esa altura, ambos conjuntos, merecían un gol.
Con este punto Chicago se llevo un sabor agridulce, mientras que San Carlos se fue satisfecho con el empate, pero queda en deuda con el juego.

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