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Platense venció por 1 a 0 a Temperley en el comienzo de la temporada 2011 / 12 de la “B” Metropolitana. El único gol del partido fue anotado por Juan Manuel Olivares, a los 17 minutos del primer tiempo. El rendimiento “celeste” fue de menor a mayor, aunque nunca se acercó a un nivel aceptable. Hubo problemas de coordinación en todas las líneas y una utilización desmedida del recurso del pelotazo. El más destacado del equipo de Guillermo Duró fue Sebastián Souto, que ingresó en el segundo tiempo por Ciavarelli. De los 14 jugadores que actuaron ayer, solamente 3 fueron “sobrevivientes” del ciclo anterior (Alejandro Medina, el único en la formación titular). Luis López ni siquiera concentró y podría ser transferido en los próximos días.
El público fue acercándose al estadio “Beranger” con bastante antelación al comienzo del encuentro. La expectativa era enorme por ver a esta renovada formación de Temperley, con algunos refuerzos de jerarquía, como Mariano Campodónico y Sergio Marclay. Además, la consigna adicional pasaba por sumar desde el vamos para no pasar contratiempos con el promedio a futuro.
La contractura de Patricio González obligó al técnico Guillermo Duró a correr a Carlos Ciavarelli a la mitad de la cancha, por la derecha, quedando Andrés Manzanares como marcador lateral por ese sector, y Nicolás Perassi junto a Iván Macalik en la función de zagueros centrales.
Ignacio Fernández apareció como carrilero por la izquierda, en tanto que Marcos Giménez ocupó la posición de enganche, aunque es sabido que no se trata de su posición natural. Adelante, Campodónico y Marclay formaron la dupla de ataque, quedando afuera Luis López (no concentró ya que está al caer una transferencia suya a un club de la “B” Nacional).
En tanto, la formación de Fabián Nardozza salió con un 4-3-1-2, con la premisa de hacerse fuerte en el medio para buscar a Alfredo Avalos y Javier Molina en las réplicas.
Se lo vio decidido al local de movida. Antes del minuto, un frentazo de Manzanares salió por arriba. Platense respondió con un tiro libre envenenado de Jonathan Zacarías que se estrelló en el travesaño, con Medina vencido.
Inmediatamente, un tiro libre de Avalos desde la medialuna fue salvado con lo justo por Medina, obstaculizado por la barrera. La visita se fue sintiendo cómoda por la derecha de su ataque, aprovechando la brecha que había entre Fernández y Ezequiel Molina. Los más destacados eran Federico Carneiro y el citado Javier Molina.
La letal combinación de practicidad y orden llevó a la irreversible apertura del marcador para los “calamares”. Precisamente, Carneiro y Molina se juntaron por la derecha, y el centro atrás del delantero fue aprovechado por Juan Manuel Olivares para derrotar a Medina con remate mordido, en el minuto 17.
Temperley tenía que salir a revertir la historia y transformarse en protagonista. Pero al “celeste” le cuesta mucho de un tiempo a esta parte generar peligro y marcar goles. Su fórmula consistió siempre en el pelotazo desde el fondo para tranquilidad de una defensa que reposó en la experiencia de Ramiro Fassi y Angel Puertas, además de proyectar con frecuencia a Osvaldo Vila.
La más clara para el dueño de casa fue con otra pelota parada. Ciavarelli lo vio a Campodónico, que pese a cabecear incómodo con la nuca, hizo esforzar a Martín Bernacchia.
A todo esto, Temperley seguía dando ventajas en defensa (ninguno de sus integrantes dio garantías) y sucumbía en la batalla de la mitad del terreno. Sobre el final, en la única maniobra hilvanada del “gasolero”, Giménez y Ciavarelli armaron una pared y el posterior centro pasado al área no pudo ser correctamente conectado por Marclay.
Platense se marchaba al descanso con una justa ventaja, por haber sido superior a su adversario en el aspecto táctico, y certero cuando se le presentó la ocasión.
Ezequiel Cérica reemplazó a Giménez (floja labor) para el reinicio. Desde lo posicional, Campodónico se retrasó unos metros, quedando el ex Excursionistas y Talleres de Remedios de Escalada, y Marclay como atacantes. El equipo ganó en vértigo y explosión, aunque siguió muy distante de un plan adecuado.
Pasados los 10 minutos, Sebastián Souto saltó a la cancha por Ciavarelli. De esta manera, Campodónico volvió a la ofensiva, formando tridente con Cérica y Marclay, en tanto el “Cholo” se calzó el traje de armador.
El recién ingresado trató de contagiar a sus compañeros y de clarificar los ataques. No obstante, Platense casi sentencia la historia de contragolpe, cuando Carneiro (la figura de la noche) anticipó una mala salida de Ezequiel Molina, para habilitar a Avalos, que solitario ante Medina, la tiró por arriba.
Un tiro libre de Campodónico se fue por poco en una renovada chance de pelota quieta. Platense estaba cada vez más cerca de su arquero Bernacchia, pero es bueno aclarar que tampoco sufría peligro real.
Nardozza renovó su delantera, con el ingreso de Alexis Blanco en lugar de Avalos, y más tarde, Duró agotó las variantes y puso las fichas en Agustín Campomar para ocupar la vacante de un Marclay tan sacrificado como improductivo.
Entre los 33 y los 36 minutos se produjo el mejor momento en la noche del dueño de casa. Un centro de Fernández (levantó su producción en el complemento) fue apenas interceptado por Cérica, debiendo rechazar la retaguardia visitante con mucho esfuerzo. Y a continuación, una nueva escapada de Fernández, culminó en un centro pasado, que Campomar le bajó a Campodónico y cuando éste se aprestaba a definir, llegó el cruce providencial de Fassi para ahogar el empate.
No quedó más tiempo. La frustración tomó por asalto a los sufridos simpatizantes “celestes”, que esperaban ver una mejor tarea del equipo. Si bien el camino es largo y recién quedó atrás el paso inicial, no se observaron mejoras sustanciales en los problemas de arrastre. La defensa sufrió cada vez que el rival atacó a fondo, no hubo una real generación de juego, pese a los intentos de Souto (el mejor de la noche en el local), y anotar un gol se parece a esta altura a un hecho heroico. Habrá que saber esperar y el crédito permanece abierto. Lo que sí queda claro es la certeza de que cada punto perdido puede llegar a lamentarse mucho al final del camino.

F:todoportemperley

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